domingo, 12 de abril de 2009

Nuevas campañas arqueológicas en Orce















Luis Gibert durante el curso de paleoantropología realizado en Orce el año pasado. El científico pretende continuar la labor de su padre en la zona de Orce.




Se busca Hombre de Orce
La Junta concentrará los esfuerzos de las excavaciones de este verano en los yacimientos donde se han detectado indicios de presencia humana · Quedará fuera la joya de la corona, la cuna del polémico cráneo de 1982, Venta Micena


Granada Hoy

Los descubrimientos palentológicos más importantes de la época se realizarán con toda probabilidad en la zona de Guadix-Baza, donde ha sido hallado el hombre de Orce o Venta Micena". Este pronóstico aparecido en una destacada información del diario El País en 1983 ha quedado bastante lejos de la realidad. 26 años después, el yacimiento donde apareció aquel polémico resto arqueológico ha sido excavado en contadas ocasiones y no forma parte de las prioridades de la administración competente, la Junta de Andalucía.La zona de Orce es para muchos científicos uno de los mayores "paraísos" europeos, incluso para los mayores detractores de la autenticidad del supuesto homínido hallado por José Gibert en 1982. Sin embargo, la controversia y los enfrentamientos generados por aquel episodio en el mundo de la paleontología y hasta de la política han teñido el desarrollo de este terreno, que se ha quedado muy lejos de adquirir la notoriedad de yacimientos como Atapuerca, cuyos signos de presencia humana son de menor antigüedad que los de la zona norte de la provincia de Granada.Pero la insistencia en las excavaciones de Atapuerca y la unidad de criterios permitió en los 90 que se hallaran abundantes restos del que se suponía que era el primer hombre europeo. En Orce se han encontrado evidencias de industrias líticas fabricadas por los homínidos para ser usadas como herramientas que, con hasta 1,3 millones de años, serían las más antiguas localizadas en Europa occidental.Pero no hay rastro humano fehaciente. De ahí que el descubrimiento de huesos de homínidos de aquella época se haya convertido en la gran obsesión, aunque los científicos quieran camuflar esta gran expectativa cada vez que comienza un proyecto de excavación. La Junta de Andalucía es la que otorga o rechaza los permisos para excavar en la zona. Estos trabajos se han sucedido con cuentagotas en los últimos años, y no por el desinterés de los científicos, si bien éstos han estado muy divididos. La última excavación sistemática que se ha autorizado en Orce fue en 2005. Después de esto, salvo alguna intervención puntual, los yacimientos han permanecido inactivos. La Junta asegura que ha sido necesario este tiempo para el estudio y clasificación de todo lo encontrado con anterioridad. El Ayuntamiento de Orce, gobernado por IU, no ha dejado de denunciar el "abandono" y la "paralización" que a su juicio está sufriendo esta zona de enorme potencial arqueológico.Cultura autorizará al fin nuevas excavaciones este verano. Pero la polémica está servida, ya que ha decidido dejar al margen de las prospecciones la joya de la corona, la zona de Venta Micena. Éste es el yacimiento más antiguo (1,5-1,6 millones de años) y en el que se ha registrado mayor densidad de hallazgos por metro cuadrado (50 piezas), de ahí que se le presuponga un potencial enorme al millón de metros cuadrados del terreno en el que sólo se han excavado unos 350 metros cuadrados. El paleontólogo Bienvenido Martínez asegura que "no se conoce ningún otro yacimiento en el continente con estas dimensiones". Aquí se ha determinado una treintena de especies de mamíferos (como elefantes, rinocerontes, caballos o hipopótamos), pero no se han encontrado ni restos humanos ni evidencias de su actividad, como industrias de piedra. Los restos de actividad de los homínidos que tantas expectativas han generado son de los yacimientos de Fuente Nueva 3 y Barranco León, justo las zonas donde la Junta ha decidido que los científicos concentren sus esfuerzos este verano. Allí se han encontrado más de 2.000 herramientas de piedra.La aparición de un resto humano sería vital, tanto para retomar la notoriedad perdida después del fracasado hallazgo de 1982, como para tratar de zanjar de una vez la polémica y los enfrentamientos entre científicos que, incluso, pertenecieron al mismo equipo en los trabajos iniciales. Una expedición del Instituto de Paleontología de Sabadell, encabezado por José Gibert, encontró en 1976 el yacimiento de Venta Micena. Tras varios años de trabajo, el equipo en el que también estaban Jordi Agustí y Salvador Moyá extrajo en la campaña de 1982 abundante material fósil entre el que se encontró un trozo craneal que hizo presuponer lo mejor. La revista Paleontología y Evoluciò publicó en 1983 las primeras conclusiones, en las que se atribuía este resto con 1,4 millones de años de antigüedad a un adolescente de 17 años de edad. Se trataba del primer europeo, lo que hizo correr ríos de tinta sobre el hallazgo y el potencial del yacimiento.Un examen posterior del fragmento en Marsella por parte del científico Lumley atribuía el fósil encontrado a un équido joven, lo que luego fue popularizado como un asno. Ese fue el origen de la batalla científica que más tarde se trasladó al terreno político y administrativo. Su principal descubridor, Gibert, no dejó de sostener hasta su muerte que aquel fragmento era parte del Hombre de Orce (como fue llamado entonces). El científico se instaló en esta localidad e, incluso, llegó a vivir en una cueva de Venta Micena, empeñado en corroborar su teoría con nuevos hallazgos. En su contra estuvo parte de la comunidad científica, incluidos algunos de los que fueron sus colaboradores. Esto originó una guerra de criterios y objetivos de los trabajos a desarrollar en Orce en años sucesivos. La Junta no fue ajena a esta polémica y se enfrentó a la disparidad de criterios. Uno de los momentos de mayor tensión se produjo en 1993, cuando se autorizó una excavación dirigida por el paleontólogo Jordi Agustí en la que participaba como un técnico más José Gibert. Después de que concluyeran oficialmente los trabajos en el yacimiento de Venta Micena y Agustí saliera de Orce, Gibert continuó excavando en la zona y así lo reflejó en un libro de excavaciones que había aportado la Consejería de Cultura. El científico siempre aseguró que estaba obrando con el conocimiento de la administración, pero el descubrimiento de estos hechos por parte de algunos técnicos propició la apertura de un expediente sancionador a Gibert. Este episodio puso de relieve también la disparidad de criterios y los enfrentamientos que había entonces entre personal de la Consejería de Cultura. Gibert ha muerto y su hijo Luis es el que está dispuesto a continuar los trabajos de su padre. Ya ha presentado varios proyectos para trabajar en Orce, aunque el verano pasado fue rechazada la iniciativa, dado que la Junta no permitió excavar en la zona. Este año, el hecho de que se haya dejado al margen el yacimiento de Venta Micena no debe de ser un buen augurio para el equipo de Gibert. Se sabe dónde se permitirá excavar pero está por ver quiénes serán los elegidos. Los dos yacimientos donde se autorizarán proyectos de excavación son ya de titularidad pública, después de que la Junta los comprara, bien directamente o bien a través del Ayuntamiento de Orce, mediante una subvención.En los últimos años la administración autonómica también ha adquirido el extenso terreno del Cerro de la Virgen. Sin embargo, Venta Micena sigue estando en manos privadas. Es propiedad de la familia del fallecido Tomás Serrano y, según explicó el alcalde de Orce, José Ramón Martínez (IU), no tiene disposición a vender, pese a que se han producido varios intentos. No obstante, la Junta de Andalucía paga desde hace varias décadas un alquiler a la familia por la disponibilidad de los terrenos, según informó la Consejería.

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