Arriba: artesonado y alero del tejado del convento.
Izquierda: vigas de madera apoyadas en zapatas decoradas.
Abajo: cúpula sobre pechinas.
Mucha gente del pueblo sí lo recuerda, pero otros, los mas jóvenes, ni siquiera lo han visto. Pero ahí está, esperando ser restaurado y valorado: el convento de Santo Domingo y su maravilla de artesonado mudéjar. Se terminó en el último tercio del XVI y ha pasado por muchos avatares tras la desamortización. Fue teatro que hizo las maravillas de la burguesía oscense y popular cine. Si se recupera podrá tener nuevos usos culturales. En las últimas intervenciones arqueológicas se han recuperado restos de las capillas laterales y de la cabecera, sobre los que ha trabajado documentalmente el paisano Jesús Daniel Laguna. La foto del artesonado no es muy buena, pero puede servir para que los que no han tenido oportunidad de verlo lo descubran.
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